Apocalipsis Zombie
Ángela, Nuria, Jessica, Shira y Crisca la han
vuelto a liar...
Era una noche de Luna Llena. Salieron a un
lugar muy tenebroso y la niebla las atrapo. Buscando la salida, se encontraron
en un campo verde grisaceo abierto con algunos arboles negros y un montón de
rocas, a lo lejos, una figura como de alguien ahorcado que las miraban con ojos
relucientes.
Las
cinco amigas tenían mucho miedo y se alejaban poco a poco.
De
repente, el ahorcado se cayó de la cuerda y las cinco amigas se asustaron y se
quedaron quietas mirando a su alrededor al desaparecer el cadáver. La niebla se
hizo mas densa y hasta no poder ver ni siquiera el suelo a su alrededor. De
entre la niebla salió el cadáver del ahorcado. Alguien de pelaje naranja, que
le faltaba parte de su piel, su ojo izquierdo y la carne del pecho dejandose
ver las costillas y los organos. Era un zombie. Jessica, Crisca, Ángela y Shira
se asustaron y se alejaron hasta chochar con una roca, pero Nuria estaba tan
emocionada que no se movio. El zombie corrio hacia ella y la mordió.Esta se
cayó al sueloy se la comió la tierra. Justo despues, en la roca aparecio un
escrito que ponia "Nuria 2.000-2.012". Les demas se alejaron un poco
de lo que ahora era la tumba de su amiga haciendo como un semicirculo a su
alrededor y el zombie salto en medio amenazadoramente asustandolas tanto que corrieron
sin saber donde ir. Se pararon echando un vistazo hacia atrás para saber si el
zombie las perseguía, pero no había nadie.
Cuando salieron de la niebla y llegaron a la
ciudad, se metieron en la casa de Jessica, la mas cercana que habia.
-¡Nuria esta muerta!-Grito exhausta Jessica
-Cuando un zombie muerde a otro ser y no se
come su cerebro, este se convierte en zombie... A si que supongo que Nuria
ahora sera un zombie.-Respondio Shira
-¿Y cómo podremos recuperar a Nuria?
-No lo sé, no recuerdo que exista una solución
para recuperar a alguien de ser un zombie.
-¡Hey! A lo mejor hay una solución escrita en
el libro! -Gritó Crisca
-¿Qué libro? –Preguntó Jessica, pensando en
los pocos libros que había leído.
-¡El libro de monstruos!¡El que leíamos en los
patios del colegio! ¿No os acordáis?
-¡Si, ya me acuerdo! Pero… ¿Cómo vamos a
llegar hasta él? ¡Si está en el colegio! -Dijo Ángela.
-La casa de Jessica no está muy lejos del
colegio, podremos llegar si vamos con cuidado. -Contestó Crisca, mirando desde
una ventana de la casa donde se podía ver el colegio.
Las tres amigas se miraron aterrorizadas pero,
después, afirmaron con la cabeza cerrando los ojos lentamente.
Cuando las amigas se dispusieron a abrir la
puerta para salir notaron que no había nadie en la calle, parecía que todo el
mundo estaba muerto, quizás porque era de noche. Aunque era extraño,
normalmente hay una ventana con las luces encendidas o en algun bar hay una
fiesta, pero esta vez parecia que todo el mundo sabia que habia zombies en la ciudad.
Cuando
llegaron al colegio, si que tenían un problema. ¿Cómo iban a entrar a la clase
donde estaba el libro si era de noche y el colegio estaba cerrado? Se quedaron
pensando un momento y se acordaron de que en el teléfono que había al lado de
la puerta había una contraseña que explicaba como se abría.
Pulsaron la contraseña y la puerta se abrió,
algunas veces hacian reuniones por la mañana las clases, asi que la sabian bien
.
Se
acercaron a la conserjería para ver si estaba el conserje pero la caseta estaba
vacía. Miraron hacia las escaleras por las que tenían que subir. Estaban
oscuras y sonaban ruidos extraños. A las amigas se les erizó el pelo y se
quedaron petrificadas. Hasta que por fin, Shira se acercó lentamente.
Antes de ir a las escaleras, miró al pasillo
donde daban clase los niños de párvulos. Era un pasillo muy largo y oscuro y
los dibujos que estaban pintados en la pared daban la sensación de ser pintadas
con sangre. Pero de lo que más se preocupó era de las sombras de los objetos
que se reflejaban gracias a un hilo de luz de las farolas que asomaba por la
ventana.
![](file:///C:/Users/Lidia/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image002.png)
Con una mirada, aviso a sus amigas que
vigilaran de que no saliera nadie de ahí. Jessica se acercó lentamente, pero al
ver el pasillo tan oscuro, corrió gimiendo a esconderse a un hueco que tenía al
lado, ¿era cierta la historia que le había contado Ángela de aquella vez que
fue a ese tenebroso pasillo de niños y al final los sonidos se apagaban?
Avergonzada de no haberla creído antes, miró a Ángela pensando que se estaría
riendo de ella, pero esta no le estaba prestando atención. Todo el rato estaba
atenta mirando desde un cristal de la puerta. Estaba fijándose en unos
destellos que veía moviéndose en la calle y que parecía alguien corriendo de un
lado a otro, y que de repente se convirtió en una sombra.
Mientras tanto, Shira estaba mirando por el
hueco antes de subir la pata en el primer escalón. Cuando afirmó bien de que no
había nadie ni nada ahí arriba, se puso a subir lentamente con las orejas
atentas hacia delante. Crisca la seguía agachada con el rabo entra las patas y
después iba Jessica, evitando mirar a los pasillos que tanto miedo le daba; sin
embargo, Ángela se quedó en la puerta mirando la sombra que se movía, cada vez
más cerca.
El colegio tenía 3 pisos y para colmo, la
clase estaba en el piso tercero. Cuando al fin llegaron, estaba la puerta
cerrada con candado de contraseña. Ya habían visto muchas veces a la profesora
poner la contraseña para abrir la puerta, así que abrirla les fue fácil. Una
vez dentro, se acercaron al mueble donde tenían el libro escondido para que
nadie se lo robaran. Buscaron en la Z de zombie y encontraron escrito:
“Solamente se puede recuperar de ser un
zombie si este toma de su propia sangre viva”
De repente, se escuchó un trote que se
acercaba rápidamente. Jessica, Shira y Crisca se pusieron muy nerviosas.
Cerraron bien la puerta y cada una se escondió en un sitio diferente, lo mas
escondidas posibles. Sonó un estruendo y a alguien golpeando muy fuertemente la
puerta. Del otro lado sonaba la voz de Ángela gritar.
Shira, que era la que más cerca de la puerta
estaba, la abrió lentamente. Nada más abrirla un poco, Ángela al otro lado de
la puerta la empujó de tal fuerza que hizo daño a Shira en la pata. Cuando esta entró a la habitación y no vio a
nadie, pensó que ahí no estaban sus amigas o que tal vez quien le abrió la
puerta era un zombie más. Cuando Shira la llamo para preguntar si por ahí había
un zombie, Ángela pegó un gran salto y casi se le para el corazón del susto.
Esta se quedó paralizada unos segundos mientras Shira se asomaba por la puerta
para ver si había peligro.
-El zombie está abajo,- habló por fin la
paralizada –le puse un pequeño bache en las escaleras para que le cueste más
subir. Aunque, con la poca mentalidad que tiene, tardará aproximadamente un
cuarto de hora en conseguir subir. –Añadió echando un vistazo a un reloj que
marcaba la hora en una de las paredes de la clase.
-¡Tenemos que salir de aquí sin que sea en las
escaleras!- Grito Jessica nerviosa.
-Si pero, ¿Cómo?- Preguntó Crisca. Se quedaron
calladas, pensando, hasta que por fin, Ángela rompió el silencio.
-¡Ya se!- Dijo de un saltó saliendo de la
clase.
- ¡¿A dónde vas?!- Preguntó Crisca. Al final
del pasillo había una puerta un poco dañada. Ángela la abrió rapidamente y echó
una mirada a Jessica.
-¿Te acuerdas en fin de curso cuando nos
cambiamos la ropa Nuria, tu y yo aquí?.
-¡Si!, ¡Es cierto!, ¡Ya no me acordaba!- Dijo
Jessica, concentrada en sus recuerdos. Había una sala pequeña y muy sucia y, al otro lado, otra puerta que
llevaban a la salida de emergencia. Bajaron esas escaleras. Una vez llegaron a
la calle, se dirigieron a la casa de Jessica de nuevo. Parecia ser el lugar mas
seguro en estos momentos.
Al llegar se quedaron pensando en lo que ponia
en el libro.
-Solo se recuperara si toma de su propia
sangre viva.-Repitio Crisca
-¡¿Y que quieren que hagamos, atrapar todos
los mosquitos de su habitacion y servirselos en un plato?!-Grito alterada
Jessica.
Todas pensaron mas profundamente. Angela se
rasco una pata y eso le dio una idea.
-¿En el hospital no suelen siempre guardan
pequeñas muestras de sangre?
-¡Si, ¿y que quieres, que nos presentemos ahi
y digamos "un litro de la sangre de Nuria, por favor"?!
-Podriamos intentar- refunfuño Angela, aun a
favor de su idea
Crisca fue a por un monton de trastos de
cocina: coladores, espatulas, ollas, cacuelas, sartenes, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario